El bostezo es una acción incontrolada (considerada una pauta de acción modal), que provoca abrir la boca con una gran separación de las mandíbulas, realizando una inhalación profunda, cuya exhalación expulsa menos cantidad de aire de la que entro con el bostezo. Quedando tras el bostezo más oxígeno en los pulmones. En yoga, el bostezo, es el complemento perfecto al vaciado pulmonar forzado. Ejercicio pulmonar respiratorio, que tiene como objetivo reducir el anhídrido carbónico del aire residual en los pulmones.

El bostezo no es un reflejo (respuesta corta y rápida a un estímulo). El bostezo como pauta de acción modal, es instintivo y cuando empieza sigue su curso hasta el final y por su intensidad es muy difícil contener o interrumpir un bostezo, aunque no imposible en determinas situaciones. Su duración en segundos es variable, con un mínimo de tres o cuatro segundos. Como pauta modal tiene incorporada una secuencia de acciones, la más evidente; abrir la boca, pero este gesto va acompañado de cerrar los ojos total o parcialmente, que además pueden soltar alguna lágrima. La cabeza puede inclinarse ligeramente hacia atrás y se produce una abertura torácica que facilita la entrada del aire.

El bostezo, por la acción de abrir la boca, estira los músculos faciales al máximo, liberando tensiones acumuladas, son muchas las personas que aprietan las mandíbulas por tensión en nuestra sociedad. Es conveniente utilizar el bostezo como herramienta para liberar ese exceso de tensión. Además, el lagrimeo, es un síntoma de que el sistema nervioso se relaja.

Como el bostezo provoca una gran inhalación profunda, el diafragma se contrae y desciende hasta el máximo de sus posibilidades. Y en la exhalación del bostezo, cuando el diafragma se relaja, las tensiones acumuladas en el musculo diafragmático son liberadas. Desde la perspectiva de la práctica del yoga, y en referencia a la respiración, la zona abdominal corresponde al área física de nuestro ser y la zona costal al área emocional. El diafragma está justo separando estas dos zonas. Por lo que, y dado que, está afectado por ellas, el diafragma influye también en ellas. Por ello es fácil relacionar que las tensiones físicas y emocionales, afectan al diafragma y a su funcionamiento. Por lo que nuevamente observamos al bostezo como una herramienta de liberación de tensiones. También en yoga tenemos un ejercicio respiratorio que desbloquea el diafragma, empujándolo, y manteniendo el empuje unos segundos, ayuda a liberar tensiones y a que surja el bostezo, el cual complementa la liberación de tensiones.
Hay también efectos o acciones, no visibles a simple vista ni perceptibles, como son acciones o reacciones  neuromusculares, cardiovasculares, y obviamente respiratorios. Un ejemplo no visible es que abre las trompas de Eustaquio del oído medio (tuba o trompa auditiva). En los casos de obstrucción de la trompa de Eustaquio que provocan dificultad de funcionalidad y audición, de nuevo el bostezo es una herramienta de liberación y desbloqueo.

Los estímulos desencadenantes pueden ser por tanto internos; la liberación de tensiones y estrés, como externos; pues todos sabemos que el bostezo es contagioso.

Hay varios estudios sobre el bostezo, basados en deferentes teorías, ninguna probada ni rechazada del todo:

  • La teoría de la oxigenación: cuando el organismo (o el cerebro) detecta una cantidad excesiva de anhídrido carbónico en sangre y necesita un mayor aporte de oxígeno, para contrarrestarlo se produce el bostezo. Pero se han hecho estudios que demuestran que si hay exceso de oxígeno en sangre no disminuyen los bostezos. Lo cual no niega esta teoría, pues el bostezo puede tener más causas que necesitar oxigeno puntualmente. Como liberar tensión. Por otro lado oxigenar la sangre puede conseguirse aumentando el ritmo respiratorio, lo cual parece ser más eficaz, como mecanismo de oxigenación rápida. Sigue siendo un dato desconocido la cantidad de oxígeno que aporta el bostezo al organismo, y por tanto desconocida la diferencia en cantidad extra de oxigeno producida por el bostezo comparándolo con una inhalación normal. Pero como ya hemos visto la inhalación del bostezo es superior a su exhalación, por lo cual, lo aplicamos en yoga como complemento al vaciado pulmonar.
  • La teoría de la activación: cree que el bostezo está relacionado con los niveles de alerta y vigilancia y relacionado con los cambios de actividad como antes de ir a dormir o al despertar.
  • Teoría de la temperatura: postula que el bostezo ayuda a disminuir la temperatura corporal y bajar la temperatura del cerebro. Parece ser que el frio disminuye los bostezos.
  • Teoría de la empatía: intenta explicar el contagio del bostezo, y cree que esa explicación tiene que ver con las llamadas neuronas espejo. Parece haber un mayor contagio del bostezo,  entre los miembros de una misma familia o amigos, que entre extraños o simples conocidos, en este caso el contagio disminuye. Lo que lleva a creer que las emociones personales con respecto a otros están implicadas de alguna forma.
  • Teoría de la sincronización y comunicación: defiende que entre los miembros de un grupo, se podrían sincronizar los diferentes cambios de actividad y patrones de sueño, a través del bostezo. El bostezo sería una señal de comunicación.

A nivel popular es típico relacionar el bostezo con el aburrimiento, la mala educación, el hambre, el sueño

Por mala educación se asocia el bostezo a, que no prestas atención a quien habla, o lo que se habla, o lo que se hace no te interesa, te es indiferente… Por lo que hemos visto hasta ahora, la mala o buena educación no tiene nada que ver con bostezar, pues la educación es algo inventado por la sociedad, algo aprendido desde la sociedad y la cultura, mientras que el bostezo es instintivo a la especie.

El aburrimiento por si solo tampoco provoca el bostezo. Sin embargo, el aburrimiento puede estar asociado a un estado pasivo (me aburro porque no tengo que hacer), o un estado de alerta forzada (me aburro porque lo que estoy haciendo no me gusta y tengo que estar alerta para no distraerme o hacerme daño, si fuese una actividad con algún riesgo, como usar maquinaria). Incluso el estado de alerta puede ser consecuencia de nerviosismo por no tener nada que hacer y no poder cambiar la situación. El estado pasivo puede llevar a la persona a relajarse y la tensión previamente acumulada ser el estímulo que active el bostezo. El estado de alerta mantenido puede ser el que cause la tensión que termine por activar el bostezo. Pero no el aburrimiento por sí mismo.

Por hambre, cuando se tiene hambre el estómago puede doler, pero no he visto nunca bostezar a nadie antes de comer, en todo caso después, cuando se hace la digestión. Cuando se tiene hambre el cuerpo y la mente están en un estado de alerta que tiene que ver con el instinto de supervivencia, y por tanto con la búsqueda de alimento, es un estado activo para el cerebro, consciente, en definitiva alerta. Todo lo contrario cuando ya hemos comido. Al iniciarse la digestión, el cuerpo lleva toda la energía disponible al proceso digestivo, pasando el organismo a un estado de reposo. Es este estado de reposo el que propicia el bostezo y la liberación de tensiones, incluso creo que la digestión puede que disminuya la cantidad de oxígeno al cerebro, provocando la conocida somnolencia.  Así, tras un primer estado de alerta buscando la comida, que mantiene la tensión, y luego el estado de reposo, parece obvio que el bostezo puede aparecer.

Cuando tienes sueño se te cierran los ojos, das cabezazos y terminas durmiéndote, pero nadie bosteza entre medio, quizás antes de todo ello. Ya que antes de dormir entras en un estado pasivo, el cual lleva a relajar y descargar tensiones, lo que si puede provocar el bostezo. Seria por tanto, el bostezo que liberando tensiones prepara al organismo para el reposo y proceso del sueño.

En conclusión y por la experiencia de utilizar el bostezo en la práctica de yoga, creo que el bostezo es una respiración profunda con una gran inhalación, y tras la exhalación, puede ir acompañado se suspiros. Que el  desencadenante principal es la liberación de tensiones físicas, emocionales y mentales, y por tanto una herramienta para luchar contra el estrés. Que todas las teorías científicas pueden estar relacionadas de alguna manera y que no hay un único estimulo desencadenante para el bostezo. Además creo que los tabús sociales sobre el bostezo deberían ir cambiando, si es una reacción para la liberación de tensiones, habría que bostezar constantemente en nuestra sociedad. Especialmente en el trabajo, donde más tensiones acumulamos.

yogasuryachandra

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